Si te preguntas cómo lavar tus amigurumis sin que pierdan su magia, aquí te lo contamos de forma simple y sin complicaciones.
Paso 1: Conoce a tu amigurumi
Antes de lanzarte a la aventura de lavarlo, revisa de qué material está hecho. Los hilos de algodón y acrílico suelen ser muy resistentes, pero si tiene partes pegadas o decoraciones delicadas, tendrás que ser más cuidadoso.
Paso 2: Lava con amor
Nada de lanzarlo a la lavadora como si fuera un par de calcetines. ¡Tus amigurumis merecen más respeto!
Te recomiendo que si decides lavarlo en lavadora, lo hagas guardando tu amigurumi en una funda de almohada, lavar en ciclo delicado y con jabón líquido (ojalá para bebés).
OJO!: Si tu amigurumi contiene detalles en fieltro, te recomiendo hacerlo exclusivamente a mano, como te contaré a continuación (también aplica si no quieres lavarlo en lavadora y no tiene detalles de fieltro)
- Llena un recipiente con agua tibia.
- Agrega un poco de detergente suave líquido o shampoo para bebé.
- Frota suavemente las zonas más sucias con tus manos o con un cepillo de dientes suave.
Paso 3: Enjuaga y exprime sin traumas
Enjuaga con agua limpia hasta que no queden rastros de jabón. Luego, exprime suavemente para sacar el exceso de agua. Olvídate de retorcerlo, ¡no queremos un amigurumi descunchinflado!
Paso 4: El secado VIP
Déjalo secar al aire en un lugar sombreado. No uses secadora ni lo pongas al sol directo, ya que puede desteñirse o deformarse. Una toalla debajo puede ayudar a absorber la humedad. Eso sí, paciencia: la belleza lleva tiempo, y ellos no son la excepción. Te recomiendo, secarlo acostadito
Y Listo!
Tu amigurumi estará limpio, fresco y bonito para seguir adornando tu hogar o para ser abrazado sin miedo.
¡Con estos pasos simples, tus Amigurumis estarán felices y tú también!
Si tienes más dudas sobre cómo cuidar tus amigurumis, déjame un comentario.
